Caso Fernando Báez Sosa: cómo fue la primera noche de los rugbiers tras recibir sentencia

Este lunes, el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores declaró, por unanimidad, culpables de homicidio doblemente calificado con alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas a los ocho rugbiers, por el crimen de Fernando Baéz Sosa.

De esta manera, los jueces determinaron que Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron los coautores responsables del crimen de Fernando Báez Sosa; mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi fueron considerados partícipes secundarios en el asesinato del estudiante.

Por ello, los primeros cinco imputados pagarán una pena de 35 años, ya que se los condenó a prisión perpetua; mientras que los otros tres rugbiers recibieron una pena de 15 años, tras haber terminado con la vida de Fernando Báez Sosa el 18 de enero de 2020.

Luego de la sentencia, por la que incluso Máximo Thomsen se descompensó luego de escuchar que había recibido prisión perpetua, los rugbiers fueron trasladados a la Alcaldía de Melchor Romero, donde habían permanecido recluidos hasta antes de que comenzara el juicio, en enero de este año.

En este sentido, los ahora condenados podrán continuar con las mismas actividades que tenían hasta antes del veredicto (realizar ejercicio, sembrar una huerta, recibir visitas de un pastor), mientras se define a qué prisión será enviado cada uno.

Asimismo, los rugbiers podrán reencontrarse con sus familiares, pues, durante el juicio, pudieron verlos pero no tocarlos. Además se conoció que algunos de los imputados solicitaron contención psicológica.

Aunque por ahora no se conoce adónde serán enviados los imputados para pagar la condena, sus familiares esperan que sea en el Complejo Penitenciario de Campana, para tenerlos más cerca. Además, no se descarta que sean enviados a un pabellón evangelista, para garantizar su integridad.

La decisión de los jueces

Los encargados de condenar a los ocho rugbiers por el crimen del estudiante fueron los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, quienes consideraron que "los acusados brindaron declaraciones con la intención de colocarse en una mejor situación procesal, de modo que decidieron romper su pacto de silencio para intentar salir favorecidos ante el juzgado y recibir una pena menor a la que, finalmente, les fue otorgada”.

Precisaron que "las manifestaciones que los imputados realizaron en el curso de la audiencia del juicio no conmueven el plexo cargoso. Más bien, suman circunstancias temporales y espaciales que lo confirman".

Asimismo, el juzgado determinó que no hubo forma de corroborar que el consumo desmedido de alcohol que los imputados declararon interfiriera en sus acciones. Por este motivo, quedó comprobado que "estaban conscientes" al momento de propiciar el ataque.