INFLACIÓN
Tras el indicador de enero, Argentina se ubica entre los países con más inflación del mundo
Las subas en los alimentos y tarifas de servicios públicos ponen presión sobre el dato de febrero.Según el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) la inflación de enero aceleró y se ubicó en 6%, lo que posicionó a Argentina como uno de los principales países en todo el mundo con mayor aumento en los precios.
De esta manera el país acumula una suba de precios interanual del 98,8%, lo que ubica a Argentina como el cuarto país con peor inflación del mundo, pues solo tres naciones superan los tres dígitos: Venezuela (305,7%), Zimbabue (244%) y Líbano (142%).
No obstante, a nivel regional el país se ubica como el segundo con la peor inflación, ya que delante solo se encuentra Venezuela, por lo que el Gobierno tiene un enorme desafío para tratar de desacelerar los precios.
En cuanto a la cifra reportada en enero en el país, el indicador se vio afectado por rubros como recreación y cultura (9%), vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (8%), y comunicaciones (8%). En tanto los alimentos se mantuvieron por encima del índice general con un aumento del 6,8%.

Pese a los esfuerzos del Gobierno y la implementación de su programa Precios Cuidados, los aumentos generados en febrero indican que el índice de precios se mantendrá alto.
De acuerdo con las proyecciones de las consultoras privadas, el indicador oscilará entre 5% y 6%, un valor muy por encima del 4% estimado por el Gobierno, ya que su meta es que el índice general descienda y se ubique en 3% en abril.

Por su parte, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central, el número rondará el 5,5%. El dato oficial se conocerá el mes entrante, sin embargo, si las estimaciones son correctas, la inflación interanual treparía a un histórico de 100% o más.
El riesgo de recesión mundial
El informe de perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial que se conoció esta semana indica que “el crecimiento mundial se está desacelerando marcadamente debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania”.
Asimismo sostienen que “Dada la frágil situación económica, cualquier nuevo acontecimiento adverso —como una inflación más alta que la prevista, aumentos abruptos de las tasas de interés para contenerla, el resurgimiento de la pandemia de COVID-19 o la intensificación de las tensiones geopolíticas— podría empujar a la economía mundial a la recesión”.